Casi tres décadas de historia e intenso trabajo por el Valle del Cauca son los pergaminos de Liliana, una comunicadora social, oriunda de Bogotá, pero atraída por las innumerables aves que se disuelven entre los paisajes del departamento.
En la actualidad, aquella instintiva comunicadora se desempeña en una de las entidades más prestigiosas de la región y culminó sus estudios en la Universidad del Valle. Los inicios de su carrera profesional dieron lugar en la secretaría de agricultura del departamento y desde 1993 aproximadamente, se unió al equipo de trabajo del Instituto para la Investigación y Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca, INCIVA.

“Soy de la generación que le tocó todo, desde el uso de una máquina de escribir, computadora y lo digital” enfatiza Liliana, con una sonrisa y mirada brillante, recordando cuando en sus inicios se desempeñó en el campo de las comunicaciones en una compañía que le ha permitido crecer como profesional.
Todos esos recuerdos agradables se reviven cuando llegan a su memoria sus primeros días en el INCIVA como profesional, pues la Secretaría de Agricultura en la que trabajaba inicialmente ya pertenecía a la entidad y guarda en su mente todo proceso histórico del instituto, además, ha vivido en carne propia la transformación de la tecnología en la comunicación.
“En sus inicios, los centros del INCIVA eran para la investigación y, posteriormente fueron abiertos para la educación ambiental” dice la comunicadora social con inmensa gratitud hacía la entidad porque le ha permitido cumplir sus sueños en el entorno familiar y profesional.

Liliana García Meneses, es la quinta hija de un padre palmirano y madre tolimense, desde niña ama escuchar aquella música armoniosa que alegra sus días, el rock y pop, además es una observadora apasionada por las aves, se enamoró de ellas, cuyo canto, colores que se extienden por los vientos de los farallones de Cali y vuelo la cautivaron. Escucha, espera y observa a sus miles de especies de amigos emplumados del Valle del Cauca y ama ser parte de una región predilecta al paso de los pájaros que migran a otros destinos, “es un sentimiento que no termina” dice con un profundo y lejano suspiro exaltando la admiración que siente por estos animales.


Es una enamorada del Departamento del Valle, la calidez de su gente, los incontables paisajes, ecosistemas, las dos cordilleras, la vertiente del pacifico y las playas, para Liliana, todo lo dicho antes hacen de la región un verdadero paraíso. Le encantan los chocolatines, el cine y la natación, en conjunto con el avistamiento de aves.
Su paso por esta entidad, le ha permitido a Liliana, además de desarrollarse como profesional, apreciar la riqueza natural de los vallecaucanos. “Hay que trabajar cada día con mucha pasión y empeño, no haciendo las cosas por hacer, antes, hacerlas con mucho amor y cariño y, todo saldrá bien”. Profundiza la comunicadora, con una sonrisa dejando un mensaje para las nuevas generaciones.

